lundi 18 février 2013

Pequeño cuento 1


Un dîa caminando encontré un reloj atado a un àrbol, el reloj marcaba la hora con las ramas del mismo, la ramas estaban semi-secas  desbordaban algunas hojas, me estiré un poco para ver la hora que indicaba, asombrado, desprendî el reloj del tronco, seguî mi camino mientras transpiraba nieve de mi cuerpo, mis zapatos se perdîan con cada pisaba que daba.
- De ahora en adelante siempe tendré la hora conmigo - me dije
- De ahora en adelante siempre sabré que llegaré tarde - pensé.

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